"Cántame una canción al oído y te pongo un cubata."
"Con una condición: que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata."
Loco por conocer
los secretos de su dormitorio.
Esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.
Los clientes del bar
uno a uno se fueron marchando.
Yo me dije:
"cuidado, chaval, te estás enamorando".
Luego todo pasó,
de repente,
y
Nos besamos en cada farola.
Yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola...
Yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola...
Y nos dieron las diez
y las once, las doce
y la una y las dos
y las tres,
y desnudos al anochecer
y desnudos al anochecer
nos encontró la luna.
Nos dijimos adiós,
ojalá que volvamos a vernos...
ojalá que volvamos a vernos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario