Visitas

domingo, 20 de octubre de 2013

182 días, 4.382 horas, 262.974 minutos y 15.778.463 segundos junto a ti, aproximadamente.

-Toc, toc.
-¿Quién es?
-Soy yo.
-¿Quién es "yo"?
-La persona que ha estado a tu lado
por medio año ya.


No sé ni qué decirte, cariño.
Poco hay en todo este tiempo que no sepas ya de mí.
Ya nos encontramos en la mitad del camino, para llegar al año.

Pero, realmente, ¿qué más da eso?
No me importa contar los años, los meses, las horas, minutos y segundos,
pero ambos sabemos que no lo hacemos más que para guardar nuestros recuerdos
con fechas, porque 6 meses o 3 años, no se comparan a 90 eternidades.
Y por eso me alegra ver que he llegado donde nunca habíamos llegado ninguno de los dos,
(hasta hoy)
medio año junto a ti, se me llenan los ojos de emoción al pensar que, para ser tantos segundos
vividos a tu lado, no son nada comparados a una eternidad de amor verdadero.
¿Y a noventa?
¡Já!

Me hace tan feliz haber recorrido ni un tercio del camino que es mi vida a tu lado
que ni te imaginas hasta dónde me eleva saber que lo nuestro no tiene fin,
solo principio, un principio repartido en meses y años, 
meses y años que no llegan a su fin.

No es necesario recordarte lo importante que eres para mí, y el cambio
que dio mi vida cuando apareciste, ni todo lo que me has ayudado,
porque de ello tenemos constancia ambos, las risas, las lágrimas, 
los abrazos de apoyo, los besos de "hasta luego", las noches durmiendo
sobre tu pecho, la seguridad que me proporcionan tus brazos...
Es tanto lo que he experimentado a tu lado en tan solo seis meses
que ni todos los segundos del mundo me bastarían para describirlo,
así que imagínate dentro de un mes más, y sucesivamente.

Todo lo que puedo usar para describir tantos sentimientos es
que te ay, mucho, muchísimo, muchisísimo, y así añadiendo todos los
"síes" necesarios, lo que lo hace, como ya sabemos, infinito.
Eso es todo lo que siento yo por ti.
Eso es todo lo que te amo yo.
Infinito.
Eterno.
Con principio, sin fin.


Pero lo que sí puedo decirte con seguridad es que sin ti,
no sé muy bien cómo seguiría hacia adelante.
Sabes bien que si no es contigo, no es con nadie.
Sabes bien que como tú no me conoce nadie.
Y necesito que sepas que en los días más difíciles,
cuando no estás conmigo, la tristeza tiende a invadirme.
Hasta hace poco creí que era sin motivo, creí que estaba enferma otra vez,
pero me di cuenta de que cuando esto me ocurre, por lo general
me ocurre en un día con ausencia de risas.
De nuestras risas.
Y son los días en los que, al tenerte lejos, pretendo alejarte más para
no contagiarte con mi pesar, y necesito aislarme del mundo, 
y pensar en mis cosas.
Y entonces me doy cuenta de que esto me ocurre porque no te tengo cerca.
Y que pretender aislarme para ayudarme a mí misma me perjudica,
porque tú eres mi clave, tú eres mi flotador, quien impide que me ahogue,
y quien me recuerda por qué estoy aquí.
A tu lado los problemas de mi día a día así como las preocupaciones se vuelven
pequeñas, casi inexistentes, me ayudas a desconectar pero sin olvidar,
me ayudas a seguir adelante con buen pie y "mirando siempre el lado positivo",
hacerme reír es tu terapia, así como protegerme con tu simple mirada,
y hacerme sentir real con el contacto.
Sin ti no sé qué sería de mí, y por eso te pido disculpas si algún día te aparté,
hoy me doy cuenta de que ese es mi error, 
que apartar uno de los motivos de mi felicidad y supervivencia 
es sinónimo de tirarme por un precipicio,
y también quiero agradecer que junto a ti pueda sentirme yo misma,
y que el dolor que me provoca el mundo se vuelva irrelevante y no consiga
hundirme como cuando estamos lejos, como cuando siento que necesito estar sola.

Pero eso no ocurrirá nunca más, porque necesitar estar sola sería como decir que no te necesito,
y sabes cierto que te necesito para no estar sola.

Gracias, cariño.
Porque junto a ti no existe un solo día
en el que no sea feliz y sonría.

Y te dedico una de las canciones más importantes de mi vida,
una de las canciones cuya melodía me acompañó en mi infancia
y que hoy en día traza la historia de nuestra vida, juntos.

Puedo contar el tiempo que llevo a tu lado desde que empezamos,
pero no podría contar el tiempo que nos queda, porque algo infinito no tiene fin.

TE AMO.

20/04/90

lunes, 14 de octubre de 2013

Y volver a ser niña junto a ti

Hay un amigo en mí.

Hay un amigo en mí,
cuando eches a volar
y, tal vez añores tu dulce hogar...
Lo que te digo debes recordar,
porque hay un amigo en mí.
Sí, hay un amigo en mí.

Hay un amigo en mí.

Hay un amigo en mí,
y cuando sufras, aquí me tendrás.
No dejaré de estar contigo, ya verás,
no necesitas a nadie más porque...
Hay un amigo en mí.

Otros habrá, tal vez,
mucho más listos que yo,
eso puede ser,tal vez...
Mas nunca habrá quien pueda ser
un amigo fiel, y tú lo sabes.

El tiempo pasará...
Lo nuestro no morirá,
lo vas a ver.
Es mejor saber que...
Hay un amigo en mí,
sí, ¡hay un amigo en mí!




 No puedes ni imaginarte lo mucho que esta canción me recuerda a nosotros.
No puedes ni imaginarte lo bien que me siento a tu lado, donde puedo ser yo misma,
donde podemos construir un fuerte con mantas después de un maratón de Pixar y jugar
 al UNO, o atacarnos con cosquillas hasta quedarnos sin respiración por la risa.

Me encanta ver lo lejos que vuela nuestra imaginación.
Y sé que puedo contar contigo siempre, al igual que tú conmigo,
porque para ti siempre hay y siempre habrá un amigo en mí,
y sé que puedo esperar lo mismo de ti.
No sufras, no vendrán otros más listos que tú, y si vienen,
ten claro que nadie se compara a ti
y soy una amiga fiel, siempre, pase lo que pase me tendrás,
porque somos nosotros contra el mundo.
Porque el tiempo pasará y lo nuestro no morirá.
Porque lo sabemos.

Porque desde que te conozco, mientras sea contigo,
siento que cualquier lugar es un hogar.







lunes, 7 de octubre de 2013

Y no quiero ser cursi...

...Pero no puedo dejar de repetir
lo mucho que significas para mí.
No puedo dejar de abrir la boca
para soltar un grito mudo,
alzar mi voz interior al viento,
y dejar por escrito lo mucho que te amo.


Lo que has hecho de mí,
no eres capaz ni de imaginarlo.
Cada vez que te acercas, y me miras,
con los ojos llenos de estrellas,
y tus labios me hablan de la vida
sin dejar escapar una sola palabra.

Sólo yo puedo comprenderlo,
y no lo hago.
Aún existen días en los que giro la
cabeza para observarte, y puedo
quedarme así el resto de mi vida,
escrutándote con la mirada,
fijándome en los tres lunares de tu cara,
contando tus sonrisas y hablando con la vista,
analizando tu cuello, convirtiéndolo en mi horizonte,
largo y definido, pero que nunca sabes hasta dónde
llegará lo que de dentro de él puede salir.
Observando tu piel, todas y cada una de las células que
la componen, sumergiéndome en lo más profundo de ese
mar sólido y suave, del color del sol, cálido como el fuego,
que al contacto me estremece.
Y entonces me pregunto.
¿Quién eres?

...

¿Quién soy?

...

¿Quiénes somos?

...

Y...

¿Por qué?

No puedo hallar respuesta lógica.
No sé quién soy, pero sí sé quién eres tú.
Y cuando somos juntos,
sí sé quién soy.
Pero no comprendo por qué somos.
No entiendo qué ves tú en mí
que pueda ser tan increíble como
lo que veo yo en ti.

Pero prefiero no cuestionarlo,
he aprendido a seguir adelante
y dejar las preguntas absurdas de lado.
De todos modos tampoco yo
podría explicarte por qué veo
en ti lo que veo.
Podría detallarte mil y una veces
aquello que siento y que veo
en ti.
Pero sería imposible encontrar
una razón lógica para el mundo.
Aunque de hecho sea lo más
lógico del mundo para nosotros.
El que no exista explicación lógica.
El simple hecho de saber y sentir
en nuestras entrañas que somos
porque debíamos ser, y que
somos porque tú eres en mí
y yo soy en ti.

Porque para nosotros
sobran las explicaciones.
Porque eso que vemos el
uno en el otro es la simple
y pura explicación de por qué
lo vemos,
y de por qué somos.

Porque lo vemos y porque somos.

Es simple y complejo,
y no tiene sentido para
alguien que no es
como nosotros.

Pero para que la sociedad
pueda asimilarlo,
y pueda seguir criticando,
porque nunca lo comprenderá,
porque nunca lo vivirá como tú
y como yo,
y porque seguirá dándonos igual
lo que digan o lo que piensen
porque esto lo seguiremos sintiendo
tú y yo,
les daré una respuesta que,
aunque no se acerca lo más mínimo
a lo que es real para nosotros,
y tal vez tampoco sea real para la
mayoría de ellos,
es lo que más se acerca a algo que
el resto pueda, o intente comprender.
Y esa respuesta que busca la gente cuerda,
que ata físicamente,
mientras tú y yo estamos enlazados
espiritualmente,
es, y no quiero ser cursi...

QUE TE AMO.



Pero entre tú y yo,
cuando necesitamos darle nombre
a ese sentimiento que sólo nosotros podemos
explicar sin palabras,
TE AY MUCHISÍSIMO.

viernes, 4 de octubre de 2013

Sempre seràs sa pena de sa meva entranya

Ja he tastat sa mel, i és normal, ara me falta.
Sempre seràs sa pena de sa meva entranya.
Ja sé de fa temps que esperar-te és saber que els díes de sol ja han passat.

Tornes, i és normal, ara m'espanta.
Sempre seràs sa reina de sa meva entranya.
Ja sé de fa temps que estimar-te és com agafar gotes de pluja amb ses mans.

Mira'l, és n'Apollinaire, viu a sa peixera.
Neda, i surt a respirar s'aire de ca teva.
I no troba es moment de seure i xerrar-te,
jo sé que et vol dir que no el veuràs més.


jueves, 3 de octubre de 2013

16 años, qué gran regalo.

02 de Octubre de 1997. Al rededor de las diez de la mañana.



Ella entonces tenía unos cinco meses, y a esas horas probablemente estaba tomándose un biberón, o durmiendo. Quién sabe. Quién iba a saber también que mientras ella era un pequeño bebé, en ese preciso momento de su vida, nació una nueva. Un pequeño niño, con dos manitas y dos pies pequeños como una piedra, y suaves como el algodón. Con dos grandes ojos que miraban con asombro al mundo. Con una boca aún incapaz de hablar, pero que con una simple sonrisa, lo expresaba todo.




Como es de suponer, ese bebé creció. Pasó de los mejores años de su vida en su infancia, le encantaba subirse a los árboles en los recreos, era muy revoltoso, e incluso en su colegio le llamaban "la peste bubónica". También sé que le encantaba estar en el campo con su tío, y que él le enseñara lo que es la vida realmente, y no lo que te cuentan tus padres o te enseñan en la escuela. Le enseñó tanto las partes buenas como las crudas, con la esperanza de darle unas buenas bases y que, cuando las cosas en su vida se pusieran difíciles, no le pillaran por sorpresa y pudiera sobreponerse a todo. En esos tiempos sólo era un niño, un niño al que le encantaba jugar con palos.
"Los palos no son simples palos. Los palos pueden ser un bastón, y puedes jugar como si fueras un señor mayor o un hombre importante. También puede ser una espada, o un sable láser, o incluso una pistola. Un palo puede ser cualquier cosa sin serla realmente", dijo en una ocasión.
A veces, también luchaba contra los ventiladores de su casa y disparaba contra los interruptores de la luz como si fueran enemigos. El resto del tiempo probablemente estaba con su hermano mayor, de quien, aún siendo el pequeño, siempre cuidaba, y viceversa. 

Pero entonces llegó la etapa más dura por el momento, la preadolescencia. Cosas sucedieron en su vida que fueron duras, muy duras y difíciles de soportar para él. Puede, además, que no hiciera las cosas del todo bien. Que estuviera metido en algún asunto turbio intentando evadir la realidad que le ahogaba. Pero algunos días era capaz de sentirse el rey del mundo. Pues, puede que nosotros no viéramos bien lo que este pequeño chico hacía, pero era la única manera que tenía de relacionarse con el mundo y expresarle a la vida su desagradecimiento, y su frustración ante todo lo que ésta le había arrebatado. Nunca fue un mal chico. No lo digo por lo que pueda considerar la mayoría como "buena persona", si no por lo que se ve en él,  por lo que su yo más interior transmite con una simple mirada, por cómo expresa lo que piensa, siente y ve, aún con escasas palabras, lo interpreta directamente desde el interior, y entonces se puede comprender que tiene una visión de la vida muy diferente a cualquier otra persona, a pesar de todo lo que ha vivido, en muy poco tiempo.



En ningún momento pudo ella imaginar que aquél que naciera el dos de octubre del 97, llevando una vida totalmente paralela a la suya, fuera realmente tan parecido a ella, y por algún motivo más que conocido para ambos se cruzara en su camino para formar parte totalmente esencial de éste. Porque aún creyéndose completos desconocidos, no era más que la misma abuela de ella la que en el colegio describía a ese pequeño niño como la "Peste Bubónica" mientras cuidaba de él, y no era otro que su propio primo, gran compañero de juegos durante su infancia, el mejor amigo del bichito (apodado así por su madre) travieso que se colgaba de los árboles y disfrutaba de la vida tal cual es, del modo más natural, sin importarle nunca el patrón social a seguir, simplemente guiado por su instinto de niño. Y eso no es todo, también resultó existir alguna ocasión en sus infancias en la que sin ser conscientes de sus existencias se encontraron, e incluso intercambiaron las miradas. ¿Cómo iba a saber ninguno de ellos que no se trataban de simples encuentros casuales?...

A sus casi dieciséis años de existencia, cuando por desgracia la vida ya no le permitía guiarse por su inocencia e instinto, y había una guerra en su interior, deseando deshacerse de aquello que le oprimía y que a la vez, cuando salía a la luz, le hacía sentir tan libre, cuando desesperaba por comprender quién era realmente, cuando nunca buscó culpables en sus situaciones más difíciles excepto él mismo, se fijó en alguien. En esa "ella" de esta historia. Un gran amigo suyo en aquél entonces tenía una "novia", o así la describía él mismo porque dado a sus pocas experiencias en la materia, no encontraba otra palabra para definirla a pesar de que su amigo y ella llevaban de todo menos una relación estable.Él le hablaba de ella como si fuera algo insignificante en su vida, con sonrisas y quitándole importancia a una persona humana, algo que el chico no podía comprender, pues no pensaba que nadie mereciera la indiferencia, y menos si se trata de una pareja y una chica que supuestamente está enamorada de su amigo, quien habla de ella como si se tratara de un mueble. Eso sentía él, y con el tiempo fue creando cierto vínculo indirecto y sin darse cuenta con ella. Pues en sus pensamientos la compadecía, y se sentía mal por ella, e incluso sentía ganas de protegerla y arrebatarla del lado de aquél que no la merecía. Y cada vez que se preguntaba a él mismo por qué aquella chica seguía manteniendo tal tipo de relación, se lo estaba preguntando a ella, pues en el otro bando, la chica se preguntaba exactamente lo mismo, y sólo deseaba que alguien la sacara a la fuerza, fuerzas que a ella le faltaban. Él pudo tener acceso a ella a través de una red social. Ahí es cuando se rompió la barrera y las vidas dejaron de vivirse paralelamente, pues sería la puerta que les llevaría a comprender quiénes eran y darse cuenta de que sus vidas realmente nunca fueron vividas paralelamente, si no que siempre tuvieron un vínculo importante, un vínculo que comprendieron a la primera mirada intercambiada. Ella no sabía quién era, sin embargo existía una conexión, a través del amigo de él y "novio" de ella. Vio algunos comentarios suyos en sus fotos, pero no le prestó demasiada atención a ese chaval. Pero él, sin embargo, vio algunas fotos suyas, y algo dentro de él empezó a cambiar. Algo nuevo estaba a punto de pasar... 

Pasó el tiempo, nunca se hablaron, a pesar de que ella vio una foto suya, con curiosidad, y su cara siempre permanecería viva en sus recuerdos. Entonces la chica, después de haber vivido de los momentos más solitarios, desesperantes y turbios de su vida, recurrió a su mejor amiga, empezando a salir de toda la mierda en la que estuvo relacionada. Rompiendo cualquier vínculo con las malas compañías que sólo la denigraban y que con el tiempo provocaron que su verdadero yo quedara encerrado hasta que apareciera su próximo liberador, por así decirlo. Fue invitada a un concierto. Un concierto en el que se encontraba gente que ella esperaba que fueran la clave para su próximo movimiento en el tablero que supone la vida. Pero no fue así directamente, sólo fue el detonante. Esa misma tarde conoció a una chica, una chica con la que enseguida pudo abrirse, pues eran bastante parecidas. Y en una de sus charlas aparentemente triviales, aquella chica mencionó un nombre. El nombre de una persona que ella pensó que nunca crearía repercusión en su vida, una persona que ella, hasta entonces, creyó irrelevante. Pero todo eso cambiaría en un momento. En el instante en el que oyó "Xesc Cuenca". Por algún extraño motivo, aunque sabía que era conocido de algunos de sus amigos y nunca antes había prestado especial atención hacia él, de repente le recordó como si lo conociera de toda la vida, su foto ardió dentro de su mente recordando su cara, y, repentinamente, algo se removió en su interior. 


"Su foto ardió dentro de su mente recordando su cara."

Nunca sabré decir si fueron mis tripas, o si fue mi corazón el que dio un vuelco, más que nada porque sé que se trató de algo mucho más adentro, algo que se revolvió, como un espasmo, en un viaje muy rápido de ida y vuelta entre una dimensión paralela y la realidad. Hasta que regresé, y le dije a esa chica que le conocía. Cuanto más escuchaba lo que me contaba sobre él, más se resentía ese "algo" en mi interior. Inexplicablemente me decía a mí misma: "eso no es cierto, Xesc no es así." O "Él no haría eso", pero mi cara permanecía con una sonrisa mientras le aconsejaba, sintiendo como si me arrebataran una parte de mi ser bruscamente, sintiendo, tal vez demasiado, que las cosas no debían ser así y decepcionada conmigo misma por permitir que ocurrieran de ese modo aún cuando una voz en mi cabeza me decía que ese no era el orden que debían seguir las vidas de los tres implicados. Pero, efectivamente, las cosas no tardarían mucho en cambiar.

En los siguientes días, conocí a gente nueva. Me apegué bastante a la compañía de esa chica, quien me llevó a un fantástico lugar con buenos amigos y también con fantasmas del pasado. Fantasmas que en un pasado me habían causado dolor, pero que en ese momento no me afectaron con su compañía, porque algo dentro de mí y en mi vida estaba cambiando. Porque no podía evitar sentirme feliz sin saber por qué y a la vez me sentía separada de algo importante para mí que aún no podía entender qué era. Ese fue el día en que ella me comunicó algo que creó cierta sospecha en mí. "Lo que me hace sentir tan vacía es que me falta él". Pero para mí era una simple tontería. Es más, ni si quiera sentía encaprichamiento hacia él, aún no le había visto nunca en persona, y ella incluso me había dicho que a él le caía mal. No tenía ningún sentimiento hacia él, y, además, como referencia física sólo tenía la primera foto que vi, nunca vi otra. Así que no lo comprendía, "pero, si no le conozco", me decía a mí misma. "¿Por qué siento que sí lo hago?" era mi respuesta. Sentía que le conocía, y decidí pensar que tal vez lo que se desgarraba en mi interior no era más que el saber que le conocía sin conocerle realmente. Pero entonces llegó el día. Cuando pude verle físicamente por primera vez. Yo le temía, algo dentro de mí se estremeció la primera vez que le eché un vistazo. Pensaba que me repudiaría, que mi presencia en esa casa no le gustaba, que me odiaba. Pero no pude evitar sentirme como en casa toda la noche, incluso físicamente lejos de él o en otra habitación, me sentía muy cerca de él, tal vez porque era la primera vez que tenía su presencia física tan próxima, y hasta entonces sólo le había sentido próximo en pensamientos. En muy poco tiempo, en solo un par de miradas de las más intensas que me han dedicado, y en un simple abrazo sentí en mi interior algo más fuerte que todo lo que había experimentado hasta ahora, en tan sólo 16 años. Era como si de repente se hubieran alineado todos los planetas, y absolutamente cada criatura sobre la Tierra cantara en armonía la preciosa melodía que describía la sensación de flotar por el cielo que experimentaba cada vez que él estaba cerca. Hicimos las cosas mal desde el punto de vista social en su momento. Hicimos daño a alguien importante para mí, y siempre me sentiré culpable, pero nunca me arrepentiré de haberme dado la oportunidad de conocer mi destino. Porque pese a todo, seguimos adelante. Porque ese chavalín que nació hace dieciséis años ya y vivió una vida paralela a la mía resultó convertirse en mi novio, mi mejor amigo, mi hermano, mi amante, mi confidente y mi alma gemela. No cabía duda. Siempre me lo dice mi madre: "mira la de vueltas que ha dado tu vida para llevarte final e inevitablemente hasta él". Y así es. Siempre estuvimos relacionados, y cuando se abrió la puerta que nos llevaría a encontrarnos por fin, el momento en el que escuché su nombre aquella tarde en molinos, supe que mi camino hasta ahora había sido el acertado, y las veces que me desvié lo pagué, pero nunca impidieron nuestro encuentro. Ahora sé que todo lo que he vivido tenía relación directa con él, así como también sé que una parte de mi vida ya está solucionada. Desde que tengo 5 meses de edad, mis pasos me han llevado por el mismo camino que él en diferentes lugares, pero pasando por las mismas situaciones e incluso las mismas personas, llevándonos como meta hacia nosotros mismos. Juntándonos por fin, como debía ser. Siendo mi intento de enmendar mis errores mi salida hacia esa meta, y siendo su primera experiencia en una relación el detonante de que apareciera la definitiva. Y se lo agradezco a Dios de todo corazón, pues no nos cabe duda alguna de que nuestro encuentro no fue en vano, ni mucho menos casualidad. Porque ahora estamos a otro nivel en nuestras vidas, preparados para lo que sea, juntos, nosotros contra el mundo, pues una parte importante en nuestras vidas ya se ha cumplido. El complementarnos. Ya que ahora yo sé quién soy y él sabe quién es, aunque nos ha costado el cielo y la tierra descubrirlo. Ahora que nos hemos juntado somos sólo una persona, con pensamientos diferentes, pero con almas idénticas. Y estamos más listos que nunca para afrontar el camino que se abre ante nuestros pasos. Y ocurrió dieciséis años después de nuestros nacimientos. Fue el momento en el que nuestras vidas se cruzaron, cambiando para siempre.


Y ahora que ya se sabe que esta historia habla de nosotros, puedo aseguraros que esas pequeñas manos suaves de bebé son las que hoy me abrazan y me protegen, e incluso se comunican conmigo.
Y que esos pequeños y delicados pies de bebé son los que hoy guían mis pasos, y los que me permiten que los guíe. 
Y que esos grandes ojos de bebé que miraban con curiosidad y entusiasmo el mundo son los que hoy, cuando conectan con los míos, me hablan sin necesidad de palabras, y conectamos de tal manera que ambos, juntos, y solo así, somos capaces de mirar al mundo con la misma intensidad con la que lo mirábamos hace dieciséis años.

Porque mi vida cogió un rumbo asegurado cuando tú naciste, y porque el día de tu dieciséis cumpleaños pude regalarte lo que nunca te habían regalado, devolviendote el favor de lo que me regalaste tú hace dieciséis años, cuando llegaste y volviste mi mundo del revés, poniéndolo en la posición correcta. Gracias, porque has sido el mejor regalo que me han hecho nunca, porque no es una simple relación, es el destino, este ha sido el año en el que todo en mi vida ha cobrado sentido, y me han regalado ni más ni menos que 90 eternidades junto a ti, se ha abierto esa puerta que me parecía tan lejana, y todo porque ocurrió, hace cinco meses ya, justo el mismo tiempo que tenía yo cuando naciste, que nuestras vidas tomaron el mismo rumbo por fin, después de haber resultado así muchas veces indirectamente y alejados. Pero hoy ya estamos juntos, y esta vida, la viviremos así, juntos.

Muchas felicidades bichito mío, y muchas gracias por haber aparecido, sé cierto que cumplirás muchos más a mi lado, donde debes estar. Agradezco ese 20 de abril del 2013, y ese 2 de octubre de 1997, y agradezco cada momento junto a ti, y los que están por venir, pues digan lo que digan, lo nuestro fue planeado antes de nuestro nacimiento.



Te quiero, te amo y te ay muchisísimo, mi bebé.


Todo lo que necesito
es alguien como tú,
mi más preciado cariño.
Por favor, ámame.
Dentro de mi corazón 
ruego que tu respuesta sea sí.
Haré que tu vida esté
llena de felicidad,
estaré ahí, a tu lado.
Me comprometo contigo,
con Dios como nuestro guía.
Oh, mi más preciado cariño,
te doy mi corazón.
Oh, sí, siempre que me necesites,
estaré ahí, a tu lado.
Me comprometo contigo,
con Dios como nuestro guía,
oh, nada, nada, nada en este mundo
puede mantenernos separados,
my dearest darling.

¡FELICIDADES!
^
|
|
¡CLICA, CLICA, ES UNA CANCIÓN PARA TI!

Y ahora disculpa que no te haya dejado leer esta entrada hasta cinco días después de tu cumpleaños, también la publiqué cuando ya eran las doce del día tres de octubre, pero como pasé todo el tiempo contigo, no pude escribirla, y las fotos que tenía pensadas poner en la entrada me dieron problemas para pasarlas al ordenador, no he podido hacerlo hasta hoy, y como básicamente he escrito tu biografía, quería que estuviera completa antes de que la leyeras... felicidades de nuevo, ya sé que te dí tu regalo justo el día de tu cumpleaños, y fue una de las mejores noches de mi vida, ahora que nos hemos encontrado puedo concluir tu biografía con una fotografía del presente, tú y yo, como debe ser.



¿Fin?